En la vida cotidiana rara vez nos maravillamos de nuestra capacidad para reconocer un rostro. En general lo hacemos de golpe, de manera holística, sin necesidad de una descripción verbal ni de un análisis consciente de las diversas características faciales. Es por ello quizás que esto nos parece bastante simple. Sin embargo, es sorprendente que podamos memorizar un número tan considerable de rostros en el transcurso de nuestra vida y que esa capacidad de reconocer rostros se pueda perder por una lesión cerebral localizada en una región particular de la corteza cerebral. La prosopagnosia nos muestra que el rostro pertenece a una categoría visoperceptual especial y que desde el punto de vista biológico, psicológico y social, parece ser el objeto visual de mayor significación para el hombre.
Bruce y Young (1986) propusieron un modelo cognitivo del reconocimiento de los rostros que con algunas modificaciones (Valentine et al 1991) se ha mantenido en la literatura. Este modelo propone varios pasos en el procesamiento de la información desde el instante en que se ve un rostro familiar hasta cuando se hace el reconocimiento y se evoca su nombre.
Te interesa algún Plan académico - Servicio - Software déjanos tus datos,
y en breve un ejecutivo se pondrá en contacto contigo.
Psicografología.com Todos los derechos reservados. Copyright © 2017, Diseñado por Comunicare Agency